El Cava: respuestas frente al cambio climático y continuidad de un producto de éxito

Desde que mis abuelos produjeron su primera botella de cava en 1914, hemos vivido grandes cambios, pero nuestra empresa familiar se ha centrado siempre en dar respuesta a dos preguntas clave: ¿cuáles son las demandas de los consumidores? ¿Cómo desarrollar un negocio de futuro?

Este planteamiento es plenamente vigente y nos permite exportar cava a más de 140 países, ser líderes en muchos de estos mercados y producir una variada oferta de cavas atendiendo a demandas de todo el mundo según gusto, bolsillo y ocasiones de consumo.

Nuestra esencia es el cava y nosotros mismos estamos indiscutiblemente ligados a ese producto de calidad diferenciada. Y es precisamente por ser referentes mundiales del Cava, que sentimos el firme compromiso de seguir trabajando por el futuro de este sector y así dar respuesta a los nuevos retos que tenemos por delante.

Retos que deberemos resolver por responsabilidad hacia la gran comunidad que representan a nuestros empleados, los viticultores y los proveedores de toda la cadena de valor. Juntos representamos valores y creamos riqueza directa en el territorio, año tras año, cosecha tras cosecha. Todos debemos trabajar para preservar y seguir aumentando la popularidad del cava. Porque el crecimiento del sector es también el de toda la comunidad vinculada al cava.

Los últimos cambios extremos en las condiciones meteorológicas han derivado en una persistente y extrema sequía en Cataluña y en el Penedès con un 50% de la lluvia respecto a las medias de los últimos años, con reducciones de las cosechas de hasta el 40% y la inevitable disminución de la producción de decenas de millones de kilos de uva y botellas, además de la imposibilidad de satisfacer demandas de los mercados.

Esta tendencia en la reducción de las cosechas no sólo tiene efectos directos este año, sino que también la tendrá en los próximos dando paso a lo que sería la progresiva entrada de otros productos competidores y la consecuente pérdida de presencia de cava en todo el mundo.

Si se mantiene la demanda mundial, pero no podemos producir suficientes botellas para satisfacerla adecuadamente a corto plazo, la situación será realmente complicada a todos los niveles.

El cambio climático nos exige capacidad de reacción y la urgente aplicación de medidas de adaptación.

De hecho, muchas Denominaciones de Origen (D.O.) ya están trabajando con sus respectivos sectores para adaptarse a las nuevas circunstancias, seguir satisfaciendo a los consumidores y mantener la actividad en toda la cadena de valor.

Es en este sentido que también es necesario que la D.O. Cava adopte medidas de forma inmediata para que en unos años no nos preguntemos si se hizo suficiente para combatir los efectos de la sequía.

Espero sinceramente que la capacidad de adaptación y el espíritu de consenso inspiren a toda la comunidad del Cava. Deberemos trabajar implicándonos en el futuro del sector convirtiendo las dificultades en oportunidades, tal y como hicieron generaciones anteriores que superaron con éxito situaciones tan complicadas como la plaga de la filoxera y la guerra, entre otras muchas.

El futuro del Cava es el futuro y crecimiento de toda una industria con diversidad de productos y calidades y con muchos puestos de trabajo que dependen de ella.

 

Pere Ferrer (CoCEO y Vicepresidente de Freixenet)