Situado en la zona costera de la comarca del Priorat, el Montsant – monte sano – fue llamado así por su importante tradición eremítica. Fra Gureau, monje cisterciense, fue uno de los anacoretas que dio nombre a estas bodegas. Se instaló en este macizo hacia el año 1190 y desarrolló su vocación y conocimientos vitivinícolas, contribuyendo a la bien adquirida fama de estas tierras como zona de grandes vinos.