Inmersa en 80 hectáreas de viñedo, bosque y olivar, La Freixeneda es la finca familiar donde creció Pedro Ferrer Bosch, fundador de Freixenet junto a su esposa Dolores Sala. Todavía hoy guarda la magia de antaño, aunque se ha reformado para adaptarse a las necesidades actuales. Es allí donde se elabora un vino de autor que lleva el mismo nombre que la bodega y que se caracteriza por llevar tapón de cristal.